jueves, 16 de julio de 2015
Living la vida
La vida no es ni grande ni pequeña, ni ancha ni estrecha, ni alta ni baja, ni blanca ni negra.
La vida eres tú, no importa la dimensión cuando la vives, la sientes, la gozas y te emocionas.
Y ¡ojo!, solo hay una y es... tuya.
martes, 14 de julio de 2015
El diván (Doctor, mi vida es una m...da)
Sinopsis de mi novela inédita.
Efrén Agulló
lleva cinco años de su vida dedicado a su profesión como terapeuta ocupacional
de salud mental y cuatro de matrimonio. Hasta este momento no se le planteó
ninguna duda, pero un día, Natalia, su mujer, le sugiere que deben darse un
tiempo para oxigenar su maltrecho último año de matrimonio. Las cosas no han
funcionado demasiado bien entre ellos en ese tiempo y la crisis emocional
comienza a hacer mella entre ambos. Ella desea ser madre pero Efrén no está
demasiado convencido con la idea. Piensa en la responsabilidad tan enorme que
supone un niño y le horroriza pensar que a causa de eso deberá cambiar
radicalmente sus costumbres. Natalia no da crédito a los argumentos de él y
llega a poner en duda su profesionalidad como terapeuta. Ella se pregunta que
si es capaz de solucionar problemas, en algunos casos de cuestionada
resolución, a personas adultas, cómo no va a ser capaz de cuidar a su propio
hijo. La distancia cada vez es más notoria provocando que Enric, amigo de
Natalia, comience a cruzarse en sus vidas.
Los problemas de Efrén, a ojos de sus pacientes, comienzan a preocuparles tanto que, sin darse cuenta, intercambian los papeles provocando curiosas y cómicas anécdotas que concluyen de forma inesperada.
Fragmento breve:
A pesar del
fresco, la mañana es soleada y mis pasos acelerados callejean presurosos hasta
la parada del autobús. Siempre hago el trayecto caminando pero hoy debo darme
prisa, me he dormido en los laureles entreteniéndome demasiado en mis
paranoicos pensamientos. Paranoico yo, quién lo diría. Seguramente uno de mis
pacientes ya estará esperándome. La verdad es que no me acuerdo a quién debo
examinar hoy. Con todas estas cosas no sé ni lo que me traigo entre manos.
Veamos. ¡Fausto! Menudo tipo. Es uno de esos casos en los que debes preparar
una buena armadura, casco y escudo. En mi vida había conocido a alguien tan
ególatra, antipático y borde. Llegó a la consulta hecho un manojo de malas
intenciones. Deseaba matar a todo el mundo solo por el hecho de llamarse así,
Fausto. Maldijo una y otra vez la figura de sus padres por haberse inspirado en
el personaje que da título a la famosa obra literaria. Según su historia, desde
niño su nombre llevó a burlas de los compañeros de colegio haciendo que su
adolescencia fuera aún más amarga. Sus padres tuvieron que mudarse a otra
ciudad al darse cuenta de la infelicidad de su hijo hasta que un día decidió
instalarse en Madrid donde, a duras penas, según él, pudo terminar sus estudios
de diseño en interiores. Fausto es gay pero él aún ignora que yo me he dado
cuenta y mi primera impresión, tras relatarme su historia, fue simplemente
clara. Su nombre era la guinda perfecta para tejer el día a día de su
existencia con la tela de araña en la que se veía inmerso debido a su condición
sexual que tan celosamente trataba de ocultar. Lleva cuatro días viniendo a mi
consulta y aún no ha sido capaz de destapar su secreto a voces. Es tan
orgulloso y petulante que no lo quiere reconocer pero sus gestos y posturas
hablan por sí solas. Es un hueso duro de roer pero mi lema es llegar hasta el
final cueste lo que cueste. La verdad es que ahora no me encuentro en mi mejor momento
emocional, espero que esto no afecte demasiado a mi trabajo. En fin, ya casi
estoy. La parada está situada en la misma calle de La Gran Vía, cerca del
número 30, para ser más exactos. Solo faltan unos metros para llegar hasta el
portal que se encuentra en la primera bocacalle.
¡¡¡PRÓXIMAMENTE EN TU LIBRERÍA DIGITAL!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)