jueves, 6 de marzo de 2014

ALGO EN QUÉ PENSAR





Ayer, mientras esperaba consulta en el médico (de la seguridad social, la de todos), observé a un joven negro sentado frente a mí, seguramente de origen africano por lo poco que pude escuchar de su acento. Inevitablemente pensé cómo habría llegado hasta nuestro país y en qué condiciones. Iba acompañado de una chica, blanca, quizá su amiga, quizá su novia, o simplemente alguien de alguna asociación que se prestó a acompañarle dadas las circunstancias del idioma. Eso da igual. Lo que importa es la intención. La cuestión para mí fue más allá y me centré en el asunto del color de su piel, bastante oscuro por cierto, que contrastaba con el brillo de sus ojos tristes. ¡Qué paradoja, unos ojos tristes que brillan! ¿Cómo entiendes eso?
Bueno, a lo que iba. El color... Alguien diferente... Rechazo... etc., etc., ¡Pero bueno! ¿Acaso no sienten como los demás? ¡Anda ya!
 Yo misma me considero diferente sencillamente por lo contrario. Demasiado blanca para lo que se considera un tono "normal". ¿Causaré rechazo? Ni lo sé ni me importa. Me quemo en verano por conseguir ponerme "negra". ¿Estamos locos o qué? 
Por cierto ¿quién estipula o dónde está escrito que existe el color de piel ideal? Que nos dejen vivir en paz. ¡A todos!"


Un beso

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