Mi más sentido pésame a la familia de Adolfo Suárez, la persona que logró, por medio de la palabra, que todos los españoles fuéramos iguales.
Grande como persona, político y sobre todo como esposo y padre ejemplar.
No creo que hoy en día haya nadie, entre nuestros políticos actuales, que posea la valentía suficiente para ser capaces, al menos, de mantener lo que él ha construído.
Si Dios existe deberá concederle uno de los sitios más privilegiados de cuantos se hallan en el cielo junto con aquellos hombres y mujeres que dieron su vida por los demás como lo hizo él.
DESCANSE EN PAZ
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