viernes, 12 de diciembre de 2014

ANOCHECIDA ETERNIDAD



Cae la noche, qué novedad, y mis ojos cansados, repletos de una fatigosa jornada, cierran sus pesados párpados desplegándose con lentitud. La sutil comisura entre las pestañas deja abierta una etérea ranura para alcanzar mis sueños y es cuando te veo. Desaparece el desaliento. Mi alma bulle. Me subo a tus manos y no me suelto. Las manillas de mi reloj romperán mi eternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario