Hoy me levanto de nuevo pensando en lo que debo hacer.
El trabajo, la rutina y la costumbre están en mi piel.
El reloj marca la hora, la misma que marcaba ayer.
Abro los ojos despacio y me miro en el espejo y lo tengo que reconocer.
El tiempo pasa y me desespero porque en el fondo yo lo siento así.
Porque atraviesa tu existencia sin llamar y sin nada qué decir.
Deseo frenar el curso de las manillas que me rascan el corazón.
Pues tengo el alma de pasajero y de mi tiempo solo yo quiero dar razón.
M. García Teirá
No hay comentarios:
Publicar un comentario