sábado, 25 de octubre de 2014

Te doy las gracias

La vida en sí ya es un regalo. Doy las gracias por mantenerme con todas las piezas de mi cuerpo en su lugar. Por tener un bocado diario que me alimenta. Por sentir unos brazos que calman mis miedos. Por despertar cada día. Por ver a mi hijo feliz. Por cuidar a todos los que quiero...
Miro en la sonrisa de quien nada posee y me siento insignificante y me pregunto ¿Que haría yo sin un grifo, sin un hielo, sin una cama, sin una bombilla, sin agua caliente, sin agua... simplemente, sin una pastilla de jabón,... y así podría estar hasta que se me secasen las ideas. ¡Cómo no voy a estar agradecida!
Sobre todo porque en las adversidades nos damos cuenta de cuán importante son los detalles descritos arriba.
Ser feliz está ahí, en nuestra mano y si embargo lo dejamos resbalar por nuestros dedos.
Sé agradecido porque es una virtud de todo ser nacido.

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